Por quién doblan las campanas

Ninguna persona es una isla,
completa en sí misma.
Cada uno formamos parte de un continente,
una parte de la tierra firme.
Si un terrón fuera arrastrado por el mar,
Europa disminuiría.
Como sucedería con un promontorio,
o con la casa de uno de tus amigos,
o con la tuya propia.
La muerte de cada persona me disminuye,
porque formo parte de la humanidad.
Por lo tanto, no mandes a preguntar (no preguntes)
por quién doblan las campanas,
Doblan por ti.

John Doone

Textos clásicos y de la sabiduría universal seleccionados por el autor