RETAZOS 053 Diez monedas

Hay mucha gente que piensa que los que desarrollan una vida interior no tienen idea de las cosas de la vida ordinaria. Como si vivieran del aire. En India, se llama sanyasin a los renunciantes que han abandonado todo y llevan una vida de entrega a los demás sin que estos se den cuenta.
En una taberna, unos amigos estaban discutiendo. Uno de ellos había prestado una moneda de oro a un conocido que ahora se negaba a reconocer la deuda porque no había habido ningún testigo.
Los amigos le daban consejos diversos pero el buen hombre sabía la que le esperaba en su casa cuando su mujer supiera que había sido tan necio y confiado.
En una mesa cercana estaba un sanyasin. Parecía absorto en sus reflexiones pero, en realidad, estaba saboreando una rica taza de té. Esto no le impedía permanecer alerta y darse cuenta de lo que sucedía en la otra mesa. Uno de los amigos dijo:
- ¡Cómo no le preguntemos a ese yogui!
- ¡Tú estás loco!, - le respondieron al unísono los otros- . Estos están siempre ensimismados en sus pensamientos.
El hombre santo se acercó al grupo y les dijo afablemente:
- Perdonad que intervenga pero creo que deberíais de ir acompañando a vuestro amigo y que éste le reclame las diez monedas de oro que le debe.
- ¡Pero si sólo le presté una! , - exclamó el hombre.
- Eso será lo que él te conteste, y ya tendrás testigos para obligarle a que salde su deuda, - les dijo muy tranquilo el sanyasin, aunque por dentro pensaba que a algunos les está bien merecido lo que les sucede.
- En fin, - agregó el yogui, desconcertándolos todavía más- , es la ley del karma, se recoge lo que se siembra.
Y se sentó tranquilamente en su mesa a servirse otra taza de té humeante.

José Carlos Gª Fajardo


Este texto pertenece a la serie 'Retazos de Sergei', una colección de cuentos orientales adaptados a nuestro tiempo