RETAZOS 028 Epitafio
Un
Maestro, muy venerado por su sabiduría e ingenio, estaba en su lecho
de muerte y descansaba en paz rodeado por sus discípulos. A su alrededor
se juntaron también las personas que le habían seguido y admirado.
Uno de ellos le dijo: - Maestro, con arreglo a la tradición, dinos unas palabras para poner en tu epitafio. El Maestro sin abrir los ojos esbozó una amplia sonrisa y contestó, como asombrado: - ¡Me he pasado la vida vendiendo agua a la orilla de un río! Y se durmió riendo. Mucha gente va en peregrinación, hace colas, paga grandes sumas y se somete a privaciones para que le den embotellada el agua de la sabiduría que corre, abundante y libre, gratis y generosa, por los cauces de todos los ríos, lluvias, playas y mares. Como en aquel poema de José Hierro que concluye así: “Sin palabras, amigo; tenía que ser sin palabras como tú me entendieses”. |
José Carlos Gª Fajardo
Este texto pertenece a la serie 'Retazos de Sergei', una colección de
cuentos orientales adaptados a nuestro tiempo